30 de abril de 2009

4 Ángeles

Una historia que hace poco se me ocurrió... Espero les guste.
Cariños
Anngel
Háblame despacio casi en susurro, como lo hacías cuando reposaba en tus brazos, deslízate bajo mi cuerpo descubriendo de vergüenzas, bajo dolor, bajo el instinto de comer tu piel.

Estudiante de periodismo del año uno, semestre uno, la única niña sobreprotegida de un grupo de 5 jóvenes, que se autodenominaban mis guardaespaldas, la verdad habíamos estado juntos casi toda la vida. A grandes rasgos, mi padre murió, mi madre se caso por segunda vez, mi padrastro tenia cuatro hijos, cada uno adoptado, pues su primera esposa no podía tenerlos y cuando se vio con tantos niños se fue lejos, algo trágico, pero a ellos no les importó mucho, pues en mi madre hallaron el cariño que buscaban, mientras que yo me convertí en la pequeña consentida de la familia al ser la menor, aunque teníamos casi la misma edad. Marcos el mayor, era bastante frío, pero siempre me traía a escondidas caramelos cuando tenia que ir a los largos controles con el dentista. Felipe, era mi principie, tal vez algún día tenga la oportunidad de decirle que mas que me hermano era mi sueño. Mateo, el inventor, era risorio ver como siempre nos entretenía con alguna de sus ideas, casi muero de un susto cuando se estrello en mi ventana un supuesto cobertor, que servia para que no se entrara alguna clase de alimaña o que algún tirano-saurio salido de alguna película me atacase. Diego, mi Diego, era el tímido, pero solo Dios sabe cuanto guardaba su cabecita, tenía el conocimiento mundial y cada día aprendía algo nuevo, al que nos dejaba boquiabiertos.


“… El psicoanálisis engloba todo apetito de amor (erotismo, sexualidad, cariño, enamoramiento, afán por el cuidado del otro) en la noción de libido. Freud casi siempre distinguió en la energía psíquica la libido y otro tipo de pulsiones o apetitos: en sus primeros escritos, la energía psíquica se desdobla en los instintos sexuales o libido y los instintos de conservación; en un segundo momento, interpretará los instintos de conservación como una manifestación del amor dirigido hacia uno mismo, y en los últimos, contrapone los instintos de la vida (Eros), (que se podrían identificar con la libido) al instinto de muerte (Tánatos).

En la psicología de Freud es un concepto fundamental pues da cuenta del dinamismo de la mente y está a la base de las explicaciones freudianas del desarrollo psicosexual…”

Cerré el computador no había nada que me concentrase, extrañaba a ese cuarteto de caballeros medievales, mis 4 mosqueteros como decía Diego las pocas veces que habría esa dulce boca.

A veces me culpo de lo que paso, esa noche, otras sueño una interminable pesadilla donde ellos gritan, otras me desvelo pensando que pudo haber sido si no hubiese insistido tanto en ese viaje. Ahí mi vida cambio 360°.

0 comentarios:

Cuentos & Poemas © 2008 Por *Templates para Você*