21 de enero de 2009

Juntos...



Esta es la 2 parte del cuento, espero que sea de su agrado.


Antes de seguir con el escrito les comento que tenemos a un nuevo escritor para nuestro blog, se trata de Dracon, algunas de sus obras serán publicadas prontamente, pero por ahora, a lo que nos convoca.


Atte Anngel

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Tal ves iba a ser un dia complicado, se habia quedado dormida y llegaba justo para el toque de la campana a la escuela, eran los ultimos dias y le habian pedido afiatarce a los alumnos antes que comenzara el nuevo año, tendria un contrato indefinido y darias sus primeras clases, depues de la jornada se dirigió al centro, no habia sido tan malo el día, los jovenes era un poco complicados, pero nada que con un poco de paciencia pudiese cambiar con el tiempo, volvio a mirar las vitrinas del dia anterior, vio un pequeño angelito, sin pensarlo dos veces lo compró y se dirigio a comer algo al comedor del centro comercial. Ya eran casi las 8 de la noche, no tenia mayor ganas de volver a la casa asi que se dedico a dar vueltas distraidamente... Tenga mas cuidado, por favor – una voz familiar la sacó de sus cabilaciones – ¿Diego? - pregunto aun cabeza abajo, subió con temor a la altura de sus ojos, era él, no lo veía desde que habia dejado la capital hace un par de años - ¡Que haces aqui! - Lo mismo me pregunto yo, loquilla – dijo con un poco de sorpresa y de feliciadad en su rostro – vamos tomar algo, acabo de salir del trabajo y bueno no tengo nada que hacer – Vamos que rico – le tomo del brazo y caminaron juntos.


que haces aquí, pequeña marmota – río mientras, Luz arrugaba el ceño y se llenaba la boca de chocolates - vine a trabajar, estoy haciendo clases en un colegio por aquí cerca – masgullo sin mas energia – interezante y ¿hace cuanto llegaste? - ayer... Pero vasta de mi que ha sido tu vida...- Nada, solo trabajo y estudio, me aburro los dias libres y toco el violin a diario cuando los dueños de casa estan donde vivo...- Que interesante, no sabia que tu vida era tan existente...- ¿Casada? - en mis sueños, no he vuelto a tener pareja desde... - sola..- Lo lamento ya me tengo que ir, no quiero llegar muy tarde a casa – Luz se paró rápidamente de la mesa le dió un beso en la mejilla y se fue – Espera... - Ya se habia marchado, no se ni siquiera donde vive, talves, no, no creo que ella quiera, la pasaré a buscar al trabajo mañana, tengo libre y no es mala idea pasar tiempo con alguien que conoces.

El encuentro con su antiguo novio la habia dejado un poco cabisbaja, no sabia porque habia reaccionado de esa forma, corrio apenas le habia preguntado si estaba sola o alguien la esperaba, pronto saldria del trabajo y no sabia que haria esa noche buena, si tan buena que la pasaria sola, tomo sus cosas y fue por su paraguas, llovía fuerte y no queria llegar hecha una sopa a casa, en la entrada de la escuela la esperaba una silueta familiar - ¿Diego? - No te molesta que te pase a ver y que te invite un rico Moccachino en la cafeteria de la esquina – le dijo, apretando su rostro en un tierno beso, que la dejo color rosa, mientras escuchaban risitas y comentarios de los alumnos que se retiraban junto a ellos – profe... ¿No que estaba soltera?; Se lo tenia bien guardado teacher; Se ven tan enamorados...- el hielo era demasiado que hasta hace poco minutos sus manos estaban entumecidas, pero cuando Diogo se la roso, parecía que estaban en plena linea del Ecuador – porque te haz sonrojado, si solo te di un beso de saludo – abrió la puerta de la cafetería y le dió el paso – Tu no cambias sigues siendo el mismo que no se da cuenta de nada, pero en fin, por la vergüenza, me invitaras a almorzar... Mínimo – y tu como siempre me dejaras en la banca rota Lucesita – con quien pasaras la Navidad, si se puede saber- mm, la verdad no se, no puede viajar a santiago, porque no tendria libre hoy ni mañana, pero ya ves que no fue asi, me quedaré viendo unas peliculas o dormire, me hace falta – dijo sin mayor preocupación – y tu marmota – Luz arrugo su rostro- sola... escribiendo creo, los chicos que viven conmigo se fueron a capital y no volverán hasta dentro de un buen tiempo – entonces hagamos algo entretenido vamos, te mostraré algo muy lindo – Diego la tomó de brazo corrieron a las afueras del poblado, era un mini campo de flores, precioso cubierto de margaritas, hortensias y jazmines; pasaron, la tarde charlando, buscando mil y un escusas, para no volver a sus casas. Ya daban las casi las 9 , sus estomagos rugían, no habian probado bocado desde el café; Diego ¿vamos?, tengo hambre y me esta dando frio- bien marmota vamos – caminaron, por un rato, en silencio ya casi llegaban a casa cuando Diego, la tomo fuerto y rapido, sin dejar tiempo a reacción, posó un dulce beso en sus labios; el tiempo no se llevó nada de lo que sentían, se tomaron de la mano y siguieron su camino, cuando llegaron a la casa, Luz se paro frente a la reja con una tierna sonrisa, mientras tomaba sus manos, le dijo - ¿Quieres pasar?; no hay nadie... Aunque pronto llegará un inquilino que vive con nosotros – Diego alzo la mirada a la casa y rió fuerte – Asi que eras tu – continuo riendo mientras luz, lo miraba y su ceño se empezaba arrugar – que quieres decir con eso – que yo vivo en esta casa, con Lia y Marcos.

18 de enero de 2009

Hechos

Aqui les va la entrega del 2º cuento...


Espero les guste...


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La Navidad del Recuerdo.



Ya nos vamos, recuerda, cuando te vallas deja la reja abierta para el nuevo inquilino – Dijo una voz dulce al cerrar la puerta de la habitación de un joven, quien aunque ya era tarde estaba tapado hasta la cabeza con las frasadas. Era sábado y pese a que afuera estaba helado, por la época invernal, las fiestas y salidas eran recurrentes para el, mas aun después de no tener relación formal alguna desde hace ya un par de años. Llovía, pero aquel día tendría que trabajar en la tarde. Vivía con un amigo y su novia desde un par de meses y la verdad no era incomodo, se sentía libre, tenia su carrera que ya solo faltaba un año para terminar, un trabajo que era cómodo en horarios y con buena paga. Mejor desde ahora no tendré que encargarme de todo el aseo de la casa – pensó mientras sacaba la cabeza por un costado de los cobertores vio el cielo y sintió nostalgia se acercaban las fechas de navidad y no podría estar con su familia, no podría viajar a Santiago, sus amigos la pasarían juntos y el tocando el violín, bueno no se podía hacer más. Tomó sus cosas y se fue a trabajar.


Aun andaba media perdida llevaba solo unas cuantas horas horas en la ciudad, era mas que un cambio radical de Santiago a Puerto Montt, del eterno calor en verano, al eterno frío a un paso de la congelada antártica si podía se arrancaría a dar una vuelta – miro las vitrinas de los pocos locales del centro del la cuidad ya se veían los primeros adornos de los arboles, se sintió triste, no estaría con su familia, pero habían sacrificios que se debían hacer, tenia que estudiar y le habían ofrecido un trabajo solo si se iba en esa época, previa a las fiestas a la ciudad. Una amiga le había rentado un cuarto en una casa donde vivía con su novio y otro joven, así que solo iba a pasar a buscar algunas cosas que le hacían falta, para luego dirigirse a su nueva casa... o ¿seria hogar?; ya que mas daba, si solo una carta de sus amigos en Santiago era su consuelo, recordó que su amiga se iría por los días de navidad a su casa en la capital y su novio haría lo mismo, asi que la pasaría sola, unas películas y papas fritas no seria mala idea. Llegó a su nueva casa, la reja estaba abierta como le habían dicho cuando hablo por teléfono desde Santiago y las llaves se las habían enviado por correo certificado, entró tiro la chaqueta a un sillón y subió las escaleras según las indicaciones, su habitación era la 2º puerta a la izquierda, la única color rosa, no había donde perderse, antes de entrar colgó su identificación en la puerta para sentirse mas en casa. Una gran cama se ubicaba en el centro de la habitación un closet y una segunda puerta que daba a su baño personal, decidió desempacar y darse una ducha, para después acostarse y dormir, hasta el otro día, pues ya era tarde y no tenia ganas de nada.


Que día!- magullo el joven al entrar a la casa, se fijo en una chaqueta que se había caído del sofá, pasó si mayor importancia a la cocina, Javier se fue a Santiago a pasar la pascua con su familia, Lia hizo lo mismo y el encerrado en la casa con un desconocido, serian unas tristes navidades; puso el pan en su boca y se fue a su habitación – Que lindo, al menos le gusta la animación japonesa- entro y apago las luces.


Una linda mañana se dibujaba entre el monte, un grito despertó al joven, una voz que considero conocida, pero no pertenecía a Lía, era extraño pues el inquilino era hombre o ¿no?, cuando salio de la habitación ya no había nadie y la chaqueta que estaba botada en la sala ya no estaba, en todo caso ya debía irse a trabajar, tenia turno de mañana y no quería llegar tarde.

12 de enero de 2009

Después de...


Hola, buenos aquí actualizando nuevamente.


Antes de ir a nuestro proximo cuento, que por cierto será solo en dos partes, les dejo mi poemas mas reciente, ha salido hoy de mi... Os espero que les guste.


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Gritos en la oscuridad

Sublime sensación de rudeza,
palabras incongruentes en la oscuridad
que asecha cerca.

busca palabras cálidas en un pasado sin
precedentes, de la bruma absoluta;
tal ves un consuelo para su felicidad


Encontrar en lo banal lo puro;
Lo lejano, la brisa, lo callado,
las largas horas de espera...


¿Como si no bastara el naufragio
en una botella?


Papeles de orden todos los días;
las agujetas del reloj suenan como espadas,
como si se cortara y se duplicara.


Computador, celular, teléfono,
agenda, ¿Que sería mejor, una botella?
Gotas desde una habitación;

caen imponentes llenando el lugar.
Debiera sentir tristeza, mas
solo es un estado, pero la indiferencia
ya reina en un ser...

En el pasado.


8 de enero de 2009

En la Vida y En la Muerte

Vamos por la ultima parte de este cuento...


Les adelanto que se viene un cuento Navideño, un porquito atrasado, pero muy tierno, en especial, para aquellas personas que estan en busca de algo especial.

A lo que nos convoca.


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Y así fue, la noche se hizo eterna entre la caída de la sangre roja, sangre de vida entre las rosas, como si la luna se tratase de luz de un ser vivo que condenaba con el paso de las horas el fatídico destino, la mujer se alejo entre los árboles y la silueta masculina fue tras su presa, la encontró suplicante entre la ropa de un closet del 2º piso, comenzó recordando porque había perdido la memoria, aquella tarde...

SI TAL VEZ LO DEJARAS...- Su respuesta fue nula, ella no dejaría nunca a su marido, aunque le temiese, sabia que el solo hecho de estar ahí con su amante, los ponía en riesgo vital a los dos. Continuaron caminando por la acera, se hizo tarde y tenia que volver, pero se dirigió a dar un par de vuelas sola, para meditar que había pasado y que seria de su vida desde ahora que se sentía viva nuev
amente, busca las llaves en su bolso, abrió sigilosamente la puerta que daba al living de la casa, alzo la mirada, encontrándose con el mas espantoso escenario de su vida, era su amante atado de pies y manos, con una mordaza en su boca, contusiones por todo su rostro y un sonriente medico que la miraba de pies a cabeza.

- amor ¿te gusta el regalo que te he traído?- señaló irónicamente mientras su lengua jugueteaba humedeciendo sus labios secos. El pánico se hizo presente en ella, inconveniente algo la detuvo a intentar huir de la pequeña pesadilla que le tenían preparada- suéltame, por favor- suplicó, mientras era jalada del pelo hasta el sillón – TU ERES MIA, ¿LO SABES?,¿ VEZ ESOS ANILLOS QUE ESTAN EN TU MANO Y EN LA MIA?, SIMBOLIZAN QUE ESTAREMOS JUNTOS PARA TODA LA VIDA Y MAS ALLÁ DE LA MUERTE…

Acabadas estas palabras todo al joven amante de estado semi-agónico y lo saco de la casa; a su vuelta la encontró petrificada en el suelo a lado del sofá, la tomó por el brazo y la llevo a la habitación, ella se oponía, pero sus fuerzas fueron pocas, su cabeza se estrello en la orilla del velador dejándola inconciente y sin memoria.

- No te preocupes, solo dije que te habías resbalado al lado de la cama y te habías golpeado la cabeza – una vez mas fue presa de esas manos que odiaba, esta vez estaba segura su destino era irrefutable… La llevo a las rosas, descubrió lentamente, la abrazó por la cintura y le susurro por las espaldas - ¿Te das cuenta lo que le pasa a los niños malos?- bajo la tierra se dilucidaba una silueta humana, era el joven amante, inconfundible para ella, se entre mezclaba c
on un olor nauseabundo de carne descompuesta, gusanos que se movían bajo la tierra y que la luna con su infinita bondad de luz dejaba al descubierto una piel carcomida por la muerte ojos desencajados que la miraban con terror el dolor sufrido minutos antes de su muerte, su mandíbula desarticulada; llevaba muerto unos meses y olvidado bajo unas rosas que crecieron rápidamente tras su sepultura escondida, la empujo – Mía, en la vida y en la muerte…

Lloraba la partida de su esposa, por los comentarios de la prensa local, se había fugado con su amante fuera del país, dejando al medico solo, hundido en un amarga depresión que poco a poco lo había desquiciado, miraba las rosas en su jardín, las cuidaba, les hablaba – Mía… En vida y en muerte…
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Se acabó, si se acabó... Hasta a mi me ha dado un poco de susto jeje...
Bueno besote y nos vemos en el proximo cuento.
Atte. Anngel

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